FUNDACIÓ ILURO (Mataró)
LA FIGURA COMO DOCUMENTO
Y EL RETRATO COMO ESTUDIO PSICOLÓGICO
La figura y el retrato representan consciente e inconscientemente geografías humanas; espacios inexplorados de la personalidad y del carácter que el pintor debe captar en su más pura esencia, y plasmar en toda su plenitud, teniendo en cuenta que un retrato es el reflejo de un carácter y la expresión de una condición social, cultural o económica.
Hasta el pasado 17 de mayo, la Fundació Iluro de Mataró presentó en su espacio expositivo del Ateneu de la misma institución, la muestra: La figura i el Retrat en el Fons d’art de la Fundació Iluro, una selección de cerca de 40 piezas, en su mayoría procedentes de la extinta Caixa Laietana, y de las exposiciones que la misma organizó durante toda la segunda mitad del siglo XX, y hasta 2012, así como de encargos ex profeso, muchas de las cuales que decoraron despachos, salas de reuniones y oficinas bancarias de la citada entidad.
Una muestra comisariada por Arnau Puig, último vestigio jurásico del famoso grupo pictórico contemporáneo catalán Dau al Set, y que dividida en cinco ámbitos, presenta una retrospectiva del concepto de retrato, en la que, la línea de la racionalización del entendimiento social de lo que es y representa el Arte, como medio de comunicación que surge de la inteligencia y de la creatividad, desprende una filología que es la constancia de un dominio técnico, en la que se permite captar la atmosfera que rodea a muchas de las figuras, en la expresión plástica de una persona, a imitación de la misma, con la consiguiente diversidad de matices que a tal definición puede darse.
Nombres de artistas meramente locales, con escasa repercusión más allá de las fronteras de la ciudad, algunas poblaciones de Catalunya, y algo en el resto de España y excepcionalmente en otros países del mundo mundial como: Jordi Arenas, Rafael Estrany, Ricard Jordà, Pablo mañé, Lluis Muntané Muns, Josep Novellas, Alfred Opisso, Josep Maria Rovila Brull, Josep Tur o Yago Vilamanyà, entre otros, conviven con Josep Cusachs, Montserrat Gudiol, Salvador Dalí, Eduard Alcoy, Ramon Pichot o Josep Ma. Subirachs, en una exposición que abraza la Representación y la Simbólica, la Figuración, el Retrato objetivado, el construido y el surreal, según la clasificación del comisariado.
Como es sabido, los retratos y la figura, cumplen diferentes funciones. Dentro del apartado: Representación y la Simbólica, los retratos de dirigentes, como los realizados a los distintos presidentes de Caixa Laietana, por parte de Rafael Estrany, Ramon Pichot o Jordi Arenas, son símbolos del ejercicio de una etapa de poder y de decisión, como si de retratos de jefes de estado se tratase, y aunque esta fórmula pictórica limite al artista, en su conjunto la técnica es depurada, el trabajo profesional, sin que el artista haya ido más allá de la superficie del retratado.
No obstante lo mencionado, merece destacarse el retrato de Antonio Viada y Ramon, realizado por Rafael Estrany i Ros, en que la pose del insigne profesor universitario recuerda al retrato de Melchor de Jovellanos de Goya.
Con referencia a lo que Puig ha llamado “la simbólica”, indica en el catálogo del programa que corresponde a: Las “reliquias”, los restos materiales o de la magia (creencia en este caso) de contacto, de valores representativos simbólicos, de lo que amamos; reliquias en la que se cree como substitutivos del elemento aludido, representado o simbolizado.
Es decir, en una definición que no entiende ni Dios, se incluye a un artista esencialmente cerebral, como Josep Maria Subirachs, quien con esta facultad evidencia en su obra de manera contundente, toda una simbología que toma un protagonismo a veces inquietante, el entorno onírico, extraño y sarcástico, abigarrado y denso de Josep Maria Rovira Brull, el mundo de las realidades/irreales de Eduard Alcoy donde el silencio, la quietud y el misterio, dominan unas telas verdaderamente turbadoras, a Josep Novellas, un pintor de difícil clasificación, puesto que era un artista absolutamente polifacético en cuanto a temáticas y técnicas. Aunque el mismo se auto-definía “como un soñador despierto que pinta el desconcierto”, su obra recuerda bastante a la de Joan Ponç, y la interesante, equilibrada y enigmática escultura de Josep Bofill Moliné.
Dentro de la Figuración, se observan diversidad de escenarios donde la presencia masculina y femenina se hace patente, sin buscar el retrato, sino la cotidianidad, la crónica en imágenes, la escena intimista, sobria, a veces distante, donde la actitud de los personajes nos indican sentimientos y emociones que el silencio pictórico expresa en toda su plenitud. Nombres como los de Rafael Griera, Marià Anndreu, Josep Cusachs, Josep Maria Morató o Josep Tur da fe de unas piezas elaboradas, de cuidado en los detalles y de dominio técnico, dentro de los márgenes del academicismo, pero con la soltura de la imaginación.
En cuanto al Retrato, en las vertientes calificadas como objetivado, construido y surreal, según Arnau Puig, obedecen en realidad a una clasificación muy subjetiva y absolutamente innecesaria, que sólo ha servido para el lucimiento de un comisario poco conocedor de la historia del arte de todas las épocas, - el texto del catálogo de la muestra obedece a criterios generales, entresacados de Internet, alguna que otra enciclopedia y de muy poco estudio personal- excesivamente centrado en la contemporaneidad de su época y del grupo a que perteneció.
Se observan piezas tanto en pintura como en escultura cuyos contenidos quedan perfectamente definidos dentro de los dos primeros apartados, en las que los artistas expresan dentro de planteamientos descriptivos adscritos a muy diferentes tendencias, todo ello solucionado bajo la perspectiva psicológica, en la que cabe la inquietud, la sorpresa, la extravagancia, el enigma, el desconcierto, el sarcasmo, la ironía, la tristeza o el desconsuelo, tal como puede contemplarse en los trabajos de Josep Novellas, Joan Ponç, Salvador Dalí, Jaume Muxart, etc.,
Una exposición, la cual dispone de un muy correcto catálogo, mucho más interesante a nivel artístico en cuanto a nombres y obra, que su predecesora, El Paisatge en el Fons d’Art de la Fundació Iluro, de la que Cuadros de una Exposición.com realizó la correspondiente reseña en 2014, http://www.cuadrosdeunaexposicion.com/criticas-a%C3%B1o-2014/criticas-marzo-2014-1/ con nombres destacados y excelente selección de piezas – en eso Arnau Puig tuvo acierto – en las que algunas de las cuales merecerían un estudio con más profundidad.
Sirvan como ejemplo la obra de Lluís Muntané Muns, que en su día estuvo colgada en la oficina del director de Caixa Laietana, Pere Antoni de Dòria, en la que el espectador capta la atención de las flores, por su color y variedad, cuando el interés es el la mirada de la joven que sostiene el mismo, o los trabajos de Ramon Calsina (Noia entaulada) y Alfred Opisso (Pescadors), la poética excentricidad de Josep Novellas y su Fumador amb pipa, sin olvidad la compleja personalidad de Joan Ponç, o el sarcasmo o la crítica implacable de Joquim Batra. La curiosidad estriba en la escultura de Pol Codina, Medusa, que si bien desentona en lo que es el conjunto expositivo, la pieza es magnífica en cuanto a creación y plasmación.
Marta Teixidó
Crítico de arte
Cuuadros de una Exposicion
ATENEU FUNDACIÓ ILURO
La Riera, 92
Mataró
GALERIA EUDE (Barcelona)
INCURSIÓN EN EL UNIVERSO ONÍRICO
DE MIGUEL CONDÉ
En un mundo como el actual, globalizado, excesivamente complicado, donde los seres humanos estamos demasiado sujetos a leyes y normas, tanto de la vida como de la sociedad, visitar exposiciones puede suponer o bien un alejamiento de nuestra estresante cotidianidad, o por el contrario, sumergirnos en entornos donde el análisis de lo complejo conlleva un ejercicio intelectual que ayuda a comprender y superar el entorno que nos envuelve.
Tal es el caso de la obra de la exposición Miguel Conde. Grabados y Originales que hasta finales de este mes de mayo se exhibe en la galería Eude de Barcelona, en homenaje a Fina Furriol, fundadora junto a su hermana Maria Rosa de la galería, fallecida en 2007, y que también se ha adscrito al singular circuito de galerías El Paper de l’Art, al tratarse de grabados y dibujos.
La obra de Miguel Condé tiene un claro matiz surrealista y onírico. Centrada en la figura humana, e inspirada en los grandes maestros (Goya, Brueghel o el Bosco), con guiños permanentes al monstruario medievalista, se adentra en su propio mundo, ya que éste es su fuerza motriz, su energía o su impulso, el cual lo libera y al mismo tiempo desgasta, erigiéndose ajeno las corrientes artísticas que el rodean.
El visitante se encuentra frente a una obra que absorbe lo mágico, demoniaco, y misterioso, inmerso en un mundo real. Pertenece a la singular y rara estirpe de pintores inclasificables de estética única que, extraños y atemporales, pretenden captar la profundidad del mundo y del ser humano en toda su complejidad.
De origen mexicano pero nacido en Pittsburg (EE.UU) en 1939, es pintor, dibujante y grabador. De formación autodidacta, pero con cursos realizados en la Stephen Rogers Pack de Nueva York, y en el Atelier 17 de Stanley William Hayter en París, en la obra de Condé que expone Galería Eude, puede contemplarse una excelente selección de aguafuertes, donde texturas, composiciones, conversaciones y formas fantásticas se desprenden de una personalidad artística que refleja un mundo fantástico, en ocasiones algo apocalíptico y que también refleja la sociedad actual, inmersa en la vorágine de la esclavitud moderna: el endeudamiento.
A todo el imaginario expuesto, pueden observarse con claridad ecos de bestiarios y libros de alquimia. Una influencia del arte medieval (en particular el románico) que es esencial en la pintura de este singular artista.
Miguel Condé dibuja, pinta o crea grabados con la intención de revelarnos el secreto de los miedos íntimos, trazando o grabando minuciosamente, sin ninguna duda ni corrección, imágenes que cubren el soporte escogido, inscritas en un inconsciente de la composición estética.
Marta Teixidó
Crítico de arte
Cuuadros de una Exposicion
GALERIA EUDE
C/ Consell de Cent, 278
Barcelona